¿Alguna vez se preguntaron por qué cerramos los ojos cuando nos damos besos o cuando bailamos muy conectadxs? ¿O por qué a veces una canción nos eriza la piel? Yo siempre fui curiosa con esas cosas. Siendo música (sí, de esas que estudiaron en el conservatorio y todo), siempre supe que el sonido era poderoso, pero no tenía idea de CUÁNTO.
Todo empezó medio de casualidad (como las mejores cosas en la vida, ¿no?). Ahí estaba yo, viviendo unos meses en China, intentando mantener una relación a distancia. Y ya saben cómo es el internet allá... algo raru. Las videollamadas eran más frustrantes que hot: más tiempo viendo la imagen congelada que otra cosa. Así que empezamos a mandarnos audios de WhatsApp y... BOOM 💥
Fue como descubrir un super poder que siempre tuve pero no sabía. De repente, me di cuenta que no necesitaba VER para SENTIR. Es más, sin la distracción de lo visual, todo se sentía más intenso, más real, más... íntimo.
Y ahí empezó mi obsesión (perdón, mi "investigación científica"). Quería entender TODO: qué pasaba en mi cerebro cuando escuchaba esos audios, por qué mi cuerpo reaccionaba así, qué tenía el sonido que podía hacerme sentir de esa manera. Era como si hubiera descubierto un botón secreto de placer que había estado ahí todo el tiempo.
Como la vida pueden ser mil vidas, pasé de estar dando clases de canto y cantando tango a terminar trabajando en la mejor productora de porno del mundo (plot twist que no vi venir pero que si busque mucho). Pero no haciendo cualquier cosa: finalmente me especialicé en sonido y sexualidad.
Luego pasaron cosas como trabajar en :
Apps de bienestar sexual, experiencias inmersivas eróticas, Instalaciones sonoras, audio porno, audiolibros hot... todo giraba alrededor del poder del sonido para excitar, para conectar, para hacer sentir.
Y cada vez me quedaba más claro: cuando solo usás el sonido, sin imágenes, algo mágico pasa. Es como si le dieras permiso a tu cerebro para crear sus propias imágenes, sus propias sensaciones. Es más personal, más íntimo, más tuyo.
A la vez, me di cuenta que siempre había estado ahí. Lo que la música me producía era también parte de esto. El sonido modificandome de algún modo.
Estas "páginas" son todo eso que me hubiera gustado encontrar cuando empecé este viaje. Es una guía para entender cómo el sonido puede ser una puerta a experiencias increíbles de placer y conexión. Es ciencia, es experiencia personal, es práctica... es una invitación a descubrir todo lo que podemos sentir cuando cerramos los ojos y... escuchamos.
Prometo que va a ser divertido (y tal vez un poquito hot también 😉. Un poco nerd un poco spicy digamos.
Hablando en serio, es una suerte de guia para que mas y mas personas puedan conocerse, usar el sonido, disfrutarlo, y tambien para poder dejar escrito en algun lado lo que yo fui descubriendo que hasta ahora no le habia interesado mucho a nadie : Cómo el sonido puede ser nuestro aliado en la intimidad.
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